Desaferrandose

Ventanas pasan
pasan entre arboles, postes y cables
apiladas sobre ladrillo y cemento
las ventanas pasan
entre brazos anclados a fierros
ante mis ojos desolados por la rutina
y la moribunda paciencia
ante mis ojos pasmados por colores
que aun pueden asombrar
a una mirada cansada.


Voy pasando
las ventanas se quedan
enmarañado entre dedos, zapatos y miradas
las ventanas esconden algo mas
reflejan el horizonte misterioso
en formas suntuosas de mujer
los arboles caminan hacia donde no voy
mientras voy pasando
rodeado de codos y manos
mientras voy dejando
mis sueños de horizontes amorosos
por dias desolados al azar
por mis ojos cansados de mirar
y mis manos resbalan lentamente
y se comienzan a soltar.

Ley de la mediocridad

La ley de la mediocridad

tiende a los extremos

porque en si la mediocridad

pareciera no existir

como un interludio gris a otro estado

un derrape a lo pesimo

sordido paraje que linda con lo mejor

y lo sublime

lugares divididos por lo relativo

que suelen ser el bien y el mal.

La mediocridad es  insustentable

en un tiempo inexacto

que puede ser un guiño a la inmensidad

un acto sin recuerdos

mientras el universo revolotea

en un mar de diosas candidas

cuando la urgencia es un disparate

o una broma sin gusto

y las teorias una mirada a traves del cerrojo

al trasero de la verdad.