Afuera las maquinas danzan
alcanzan cierta armonia
que hasta parece que tienen vida
y los circuitos son miles de venas
que dan movimiento
a seres sin un destino aparente.
Pero el diseño aun no ha sido superado
y el equilibrio nos es esquivo
a pesar de todo lo que tenemos
nuestros ojos añoran el verde
y el azul siempre en el fondo.
A pesar que hay un mundo
en cada uno de nosotros
cada cierto tiempo
despertamos
pequeños ante la inmensidad.
Millones de años nos llevo
fabricar animales
crear cosas geniales
como bosquejos de dios
o pinceladas de la evolución
hechas con brocha de sangre y muerte
con un extraña dosis de amor.
Quizas por eso seamos pequeños
quizas por eso me llamo Pabloporque a las pequeñeces damos
una importancia mayor
por el indesterrable egoismo encarnado
el insuperable prejuicio propagado
que nos aleja de lo que nos rodea
y de esa extraña dosis de amor
que a veces nos alcanza.
1 comentario:
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Es cierto que necesitamos siempre de la Naturaleza, pues somos parte de ella.
Un beso.
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