viernes, 11 de julio de 2008

Tiempos Modernos






Afuera las maquinas danzan

alcanzan cierta armonia

que hasta parece que  tienen vida

y los circuitos son miles de venas

que dan movimiento

a seres sin un destino aparente.



Pero el diseño aun no ha sido superado

y el equilibrio nos es esquivo

a pesar de todo lo que tenemos

nuestros ojos añoran el verde

y el azul siempre en el fondo.



A pesar que hay un mundo

en cada uno de nosotros

cada cierto tiempo

despertamos

pequeños ante la inmensidad.



Millones de años nos llevo

fabricar animales

crear cosas geniales

como bosquejos de dios

o pinceladas de la evolución

hechas con brocha de sangre y muerte

con un extraña dosis de amor.



Quizas por eso seamos pequeños

quizas por eso me llamo Pablo

porque a las pequeñeces damos

una importancia mayor

por el indesterrable egoismo encarnado

el insuperable prejuicio propagado

que nos aleja de lo que nos rodea

y de esa extraña dosis de amor

que a veces nos alcanza.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta...

Es cierto que necesitamos siempre de la Naturaleza, pues somos parte de ella.

Un beso.