jueves, 28 de febrero de 2008

El libro perdido de Nostradamus



El 28 de octubre de 2007, la cadena de televisión History Channel emitió en Estados Unidos El libro perdido de Nostradamus, un documental en el que desvelaba la existencia de un antiguo manuscrito, descubierto casualmente en Italia, cuyo autor parecía ser el propio Michel de Notredame. Lo más llamativo es que las páginas del antiguo libro contienen una serie de imágenes crípticas, que son examinadas en el reportaje por expertos en el profeta francés y que podrían ser las «visiones del futuro» que tuvo Nostradamus. Entre ellas destaca especialmente una, que recuerda inevitablemente el ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York.







Aunque el documental acaba de estrenarse, en realidad la historia sobre el hallazgo de este manuscrito inédito se remonta a más de diez años atrás. A mediados de 1994 una periodista italiana, Enza Massa, que se encontraba realizando una investigación casi rutinaria con textos antiguos en la Biblioteca Nacional de Italia, se topó con un raro ejemplar. El libro tenía como fecha de entrada el año 1629, pero lo que más llamó la atención a la periodista fue su título, Nostradamus Vaticinia Codex y, sobre todo, la firma del autor en tinta indeleble: Michel de Notredame. La posibilidad de que se hubiera descubierto un libro inédito del profeta francés puso en alerta a numerosos investigadores de todo el mundo.







A diferencia de las célebres cuartetas –como las anteriores–, llama la atención que el contenido profético del llamado «Libro perdido de Nostradamus» esté compuesto única y exclusivamente por imágenes. En opinión de los investigadores que protagonizaron el descubrimiento del códice, este detalle lo vincula directamente con la actual era de la información, mucho más volcada en los aspectos visuales que en el texto. Si el manuscrito se demuestra auténtico, su hallazgo en este momento preciso de la historia podría no ser un hecho casual, sino más bien un guiño que el profeta nos dejó para mostrarnos el poder de sus visiones acerca de nuestro presente.







El manuscrito cuenta con ochenta acuarelas, ilustraciones a todo color supuestamente pintadas a mano por el propio Nostradamus. El documento parece ser, en efecto, del siglo XVII y no una falsificación moderna. Al menos eso es lo que certifican los especialistas de la famosa biblioteca. Las ilustraciones van acompañadas de dos cartas, una introductoria y otra a modo de conclusión, en las que se puede leer que Nostradamus legó el manuscrito a su hijo César. Al parecer, éste habría recibido también órdenes de su padre para que el original llegase a manos de un cardenal de la época, Maffeo Barberini. Este prelado se convirtió en Papa pocos años más tarde, adoptando el nombre de Urbano VIII. ¿Había adivinado Nostradamus el brillante futuro que esperaba al religioso?
Maffeo Barberini fue un gran defensor de los franceses durante la Guerra de los Treinta Años, hasta el punto de que apoyó al célebre cardenal Richelieu, que simpatizaba con los protestantes, en contra de los intereses de Felipe IV, el católico rey de España. Además, se da la circunstancia de que nació en Florencia, ciudad cuyo blasón luce la flor de lis, emblema que comparte con Francia. Embajador del Vaticano en París, hombre culto y profundo conocedor de la literatura griega y latina, fue probablemente el mayor mecenas de las artes y las ciencias que tuvo el Vaticano. Así pues, no resulta extraño que Nostradamus lo hubiera elegido para salvaguardar su preciado códice. Como tampoco lo es que, una vez nombrado Papa, Barberini colocara a su sobrino Francesco al frente de la Biblioteca Vaticana. ¿Quería controlar el conocimiento que oculta el gigantesco archivo?
Es posible que fuera consciente del poder que constituían todos esos manuscritos y saberes prohibidos porque, paradójicamente, bajo su mandato se dio una de las mayores persecuciones intelectuales de la historia de la Iglesia. Por una parte tenemos el tristemente célebre proceso a Galileo, en el que Urbano VIII obligó al científico a retractarse de su teoría heliocéntrica y lo castigó a un arresto domiciliario de por vida. Además, fue un firme defensor de las hogueras inquisitoriales, con especial predilección por los astrólogos que vaticinaban el futuro.







Nota: www.akasico.com
Imagenes (originales del libro): www.history.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

si puedes ten el documental para verlo al llegar esta semana, hay mas informacion con edgar caise.

P@blo de Ovalle dijo...

OK

Anónimo dijo...

Las imágenes mas alarmantes para mi son la del dragon con la luna en la boca, la del papa con el anticristo, la de la montaña con la calavera y la espada, la del hombre bardado con un libro y en ese libro hay un escrito y un dibujo de lo que parece ser una explosion, pero la que me causo mas escalosfrios cuando la vi la de un señor barbudo con un libro en blanco